Editorial |
Once Varas | Por: Obed Campos
Se llama Daniel Carrillo Martínez y en el imaginario popular, muy popular, es alcalde legítimo de San Nicolás de los Garza, Nuevo León, abanderado por el Partido Acción Nacional, el PAN.
Digo que en el imaginario porque la amarga vida real, el puesto de Carrillo Martínez es eso: un cargo imaginario, una ilusión, en la que él se hace el loco pero para tragar a puños.
Claro que nada es gratis y sus patrones lo dejan que se aviente una cascarita de vez en cuando.
Como es bien sabido por la gente que sabe, Carrillo está ahí nada más de calientabancas. Vaya, no es ni bateador emergente, porque no tiene los tamaños, o así lo quiso ver Zeferino Salgado, quien lo puso a cargo del encargo.
Lo que no midió Zeferino, fue no ver lo que pasó en Santa Catarina con un loco enloquecido “Tofito”, alias Jesús Angel Nava Rivera, a quien dejaron a cargo de la alacena y les comió el mandado.
¿Qué de qué hablo? Ah, pues en San Nicolás hay una centena de negocios de los llamados giros negros, entre cantinas, depósitos, loncherías, lupanares, prostíbulos y casas de citas, que le dejan una buena cuota semanal a Carrillo Martínez.
De esa caja chica Carrillo no le da cuentas a nadie, y mientras su patrón Salgado se entretiene escogiendo la bata o sotana negra que usará en su ceremonia oscura el fin de semana, el alcalde se convierte en el líder de la “Santa Recaudación”.
Qué por qué no le mete mano a lo que deja Tránsito, que es una buena polla, ah, porque esa lana sí está presupuestada y establecida… Y a otros giros negros tampoco.
Eso sí, en la lista de Carrillo cada ponedor, por no llamarlo contribuyente se pone guapo o guapa con 5 mil por semana, o sea 20 mil al mes… Lo cual deja unos 2 millones mensuales, porque estamos hablando de más de 100 clientes cautivos.
Y nadie grita y nadie denuncia, porque ya saben que esa es la naturaleza de la chamba, mientras Carrillo hace su guardadito para irse a Europa en sus próximas vacaciones largas. Porque se irá a Las Vegas en estos días como decimos en el rancho, con todo y perico.
Y EN SAN PEDRO… OTROS PUÑOS
“El alcalde Treviño se equivoca al tener mal su escala de valores. Toda esa fuerza y violencia debería emplearla en combatir los verdaderos males que aquejan a San Pedro y no a un prohombre que busca el bien de la sociedad” escribe hoy el periodista Francisco Tijerina en relación a la persecución que sufre don Gustavo de la Garza Ortega por parte de las huestes de Miguel Treviño de Hoyos, sátrapa del municipio de San Pedro Garza García.
Eso sí, Miguel es fiera para enfrentar a los vecinos y guango para combatir a los delincuentes pesados que tienen al municipio como su coto privado y envenenan a los jóvenes con sus drogas.
Las expresiones e imágenes vertidas en esta columna de opinión, son responsabilidad únicamente de su autor y no necesariamente reflejan la postura editorial de El Portal de Monterrey