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Un llamado a revalorar el papel de los comunicadores, especialmente en esta época de pandemia, por la relevancia de su labor a la hora de discernir la información que debe transmitirse, así como una corresponsabilidad en los contenidos con la ciudadanía y los gobiernos, es el que hicieron los ponentes en el Programa para el Talento Periodístico de la Universidad de Monterrey.
La actividad académica, organizada por esta casa de estudios y dirigida a los profesionales que trabajan en medios de comunicación, se desarrolló del 25 al 27 de agosto, por primera vez en un formato virtual debido a la contingencia sanitaria.
Lenin Martell Gámez, investigador de la Universidad Autónoma del Estado de México, UAM Xochimilco, advirtió sobre lo nocivo que puede resultar la falta de información o el transmitir noticias sin evaluarlas, lo que a veces puede generar prejuicios y discursos de odio.
“Si no tenemos información, vamos a crear prejuicios; (…) esto nos lleva a discursos de odio, que nos llevarán a fracturas a mediano y largo plazo entre la sociedad, que nos llevará a una balcanización”, expuso.
En su conferencia Periodismo en tiempos de COVID, abordó el tema de la corresponsabilidad social en la labor informativa, a través de contrastar y contextualizar los mensajes que se difunden acerca de la pandemia, no solo por parte de los medios de comunicación, sino de la ciudadanía y de los gobiernos.
“Necesitamos un equilibrio y una corresponsabilidad social, donde también los ciudadanos tenemos un papel fundamental: así como los periodistas, los ciudadanos tenemos que contrastar información; antes de retwittear, mejor contrastemos y no demos información falsa; y, después, contextualizar, tomarme tiempo para hacerme preguntas y no conclusiones”, propuso.
Por su parte, en su conferencia Protección y cuidados en cobertura regular y cobertura en zonas COVID-19, dentro del mismo curso, Rogelio Cervantes Madrid, profesor de la Escuela de Medicina de la UDEM, reveló que se espera un brote epidémico de influenza estacional “tal vez mayor de lo que nos ha sucedido en años anteriores”.
“Si se nos juntan los dos virus: la influenza y el coronavirus, podríamos decir que sería no un rebrote, sino una complicación mayor a los problemas que ya tenemos”, advirtió.
El Médico Cirujano y Partero y Maestro en Salud Pública con especialidad en Salud en el Trabajo por la UANL exhortó tanto a los comunicólogos como a la población en general a aplicarse la vacuna contra la influenza antes del invierno, en cuanto se anuncie que esté disponible, lo cual se contempla que pueda ser a finales de octubre.
“Será muy importante vacunarnos en esta próxima época, antes del invierno, y quedar protegidos contra la influenza, (…) hay que recordar que necesitamos al menos cuatro semanas para generar anticuerpos protectores: en el momento en que me pongo la vacuna no quedo inmediatamente protegido”, explicó.
“El virus necesita personas, no sobrevive en el ambiente, necesita al ser humano; (…) necesitamos interrumpir esa cadena de transmisión; mientras no lo hagamos, la pandemia va a seguir”, sostuvo.
Mientras tanto, Paola González Castro, en su diálogo Salud mental en tiempos de pandemia, ofrecida la mañana del miércoles, afirmó que la pandemia agregó a la vida de los ciudadanos de todo el mundo no solo incertidumbre y miedo al contagio y a la muerte, sino nuevos roles en la familia, aislamiento social, estrés laboral, pérdida de ingresos y de empleos o triples jornadas de responsabilidades.
“De a poco o de a mucho, o de maneras diferentes, la pandemia nos está haciendo más frágiles, (…) los factores sociales van a tener un gran impacto en la salud mental, como las situaciones socio-económicas, los índices de la pobreza que aumentan en todo el mundo, los bajos niveles educativos, la discriminación de género, las exclusiones sociales, los modos de vida poco saludables y la violencia doméstica, escolar o laboral”, asentó.
La profesora de la Escuela de Psicología de la UDEM mencionó que, en la era de la COVID-19, se han triplicado los índices de depresión; se ha registrado un aumento en la ansiedad y violencia en niñas, niños y adolescentes; ha aumentado el consumo de alcohol y otros estupefacientes; y la sobrecarga de trabajo y triples jornadas vuelve a la mujer un grupo más vulnerable.
Sin embargo, los servicios de salud mental han interrumpido su funcionamiento, además de que una buena parte del personal sanitario ha caído en el síndrome burn out (trastorno emocional por estrés laboral).
González Castro afirmó que, frente a la pandemia, es necesario reinventar el oficio de las y los periodistas, pero aclaró que no existe una única manera de afrontar la situación.
Redacción / El Portal de Monterrey