Por: Roel Guajardo Cantú / Editorial
En este proceso electoral que reviste condiciones inéditas y casi una docena de candidatos al Gobierno del Estado, Don Fernando Elizondo quien participa por el Partido Político Nacional Movimiento Ciudadano, a casi un mes del día D tiene conforme a nuestro análisis cuatro posibles escenarios, para jugar su resto, que no es de una cuantía menor.
La primera opción y que descartamos de entrada porque no se registra en la lógica de Don Fernando Elizondo, es sumarse a la candidata del PRI Ivonne Álvarez, en virtud de que representa una cultura y una práctica política, que ha estado cuestionando y que quiere cambiar.
El segundo escenario es abandonar su candidatura que aunque ha crecido, no sube lo suficiente para ganar, incorporándose así a la campaña de Felipe de Jesús Cantú con el PAN, lo que representaría todo un dilema moral y político, incluso hasta personal para Don Fernando.
Sería volverse a integrar o vincularse y en posición de debilidad con el candidato de un partido político al que renunció hace meses por problemas de antidemocracia y corrupción, y hacer campaña junto con los socios del candidato que en el 2009 lo traicionaron.
De ir juntos en la recta final de la campaña, sin duda construirían una fórmula que estaría con altas posibilidades de triunfar y Don Fernando ganaría una destacada posición en el gabinete estatal a costa de su imagen, prestigio y honorabilidad. Un precio muy alto para algunos, pero no tanto para otros.
La tercera opción para Don Fernando, sería aceptar la propuesta del Candidato Independiente Jaime Rodríguez Calderón “El Bronco”, de sumarse para manejar las finanzas de la campaña y ser el titular de la Tesorería General del Estado.
Don Fernando aportaría experiencia, prestigio, capacidad, honorabilidad y certidumbre para la inversión y Jaime firmeza, confianza, seguridad, carisma, sensibilidad social, frescura, rumbo al estado y sobre todo los votos para ganar.
Don Fernando Elizondo además de no enfrentar un problema moral, puesto que se aliaría de facto a un proyecto ciudadano e independiente, sin ataduras y sin compromisos de cuotas, estaría contribuyendo a hacer historia y liquidar el bipartidismo. Sería congruente con lo que ha planteado, atendería la percepción ciudadana y ganaría el espacio para recuperar su imagen.
El cuarto escenario para Don Fernando sería continuar hasta el final del proceso electoral, lo que implicaría inyectarle recursos propios y de los amigos a la campaña, para subir los puntos necesarios y cerrar con una participación relativamente digna, con unos 12 puntos.
Jugar hasta el final para salir con la mirada de frente y relativamente honrosa, conlleva a meterle dinero a la campaña que difícilmente recuperaría y sacrificar a su equipo llevándolos a una derrota anunciada, además de arriesgarse a que en el último trayecto lo abandonen diferentes grupos que no ven posibilidades de una victoria.
Continuar en el proceso electoral sin invertirle dinero a la campaña y a la estructura electoral, jugándosela solo con las redes sociales, golpes de timón, participaciones destacadas en los debates y con declaraciones de impacto en los medios, solo se arriesga a que las diferentes candidaturas de Movimiento Ciudadano, lo abandonen por falta de apoyo, se quede solo y sin avance en el registro de votos.
Colocándolo en una lastimosa posición, sin imagen y credibilidad ciudadana.
Don Fernando se quedaría sin capital moral.
No falta mucho tiempo para la hora de las definiciones, la historia hará lo demás.