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La paternidad en la época actual se han visto influenciados por la transformación que han presentado los roles femeninos a lo largo de los últimos años, ya que han provocado que los hombres se cuestionen y modifiquen sus propios roles tradicionales, explicó Armando Ávila Medina, coordinador general de los Centros de Salud y Desarrollo (CESADE) de la Universidad de Monterrey.
El encargado del Grupo de Reflexión para Hombres que se realiza en los CESADE explicó que esta transición ha implicado que los hombres asuman responsabilidades que antes se consideraban exclusivamente femeninas, como el cuidado del hogar o la educación de los hijos.
“La posibilidad de que una mujer sea económicamente productiva, independiente, que aporte también a las actividades generales de la familia y no solamente como la cuidadora, ha implicado que los hombres también entremos, algunos a regañadientes, a cumplir con estas acciones que se habían feminizado, como son el cuidado, la limpieza, atención de la casa, educación de los hijos, etc.
“Estas estructuras, que estaban fijas, se normalizaron y se suponía que eso era lo más adecuado, aun y cuando esas estructuras tan rígidas que existían generaban una dinámica familiar complicada”, expresó.
El directivo universitario explicó que, anteriormente, la paternidad se definía con roles específicos: mantener, regañar, cuidar y proteger; sin embargo, esto ha ido transformándose y evolucionando.
Desafíos en la paternidad y nuevas masculinidades
Ávila Medina agregó que la antigua visión del hombre como único proveedor ya no es viable en un contexto donde las mujeres asumen su independencia y también aportan económicamente a la vida familiar.
“Una de las cosas que más nos ha movido a los hombres es este cuestionamiento de decir: ‘la forma en que hemos aprendido como hombres a ser hombres, ya no está funcionando’; mi visión de proveedor choca con la visión de las capacidades y las habilidades que tienen también las mujeres”, agregó.
El psicólogo clínico explicó que los hombres no han recibido una educación que sirva como guía al momento de asumir roles parentales modernos.
“No me han enseñado a ser papá, desde el proceso educativo, enseñamos a nuestras hijas a ser buenas madres y aparte ser independientes y autónomas; en cambio, a los hombres no, no ha habido un proceso de transformación tan marcado como lo han tenido las mujeres”, dijo.
Sobre políticas laborales y licencia parental
En el caso de las políticas laborales, Ávila Medina destacó la necesidad que existe de que los hombres asuman de manera efectiva la licencia parental para el cuidado de su pareja y recién nacido.
“Cuando una mujer da a luz, por lo general, quien la atiende es la suegra o la mamá, o sea otras mujeres, es un logro el tiempo que establezca la ley para el permiso de paternidad, pero realmente que lo asuma para el cuidado y atención de la pareja.
“Porque, ¿qué sucede?, tergiverso como hombre este permiso y me lo tomo más como vacaciones o como un descanso; me coloco inconscientemente en esta situación de ‘estoy en la casa, necesito ser atendido’”, explicó.
Los medios y su impacto en la propagación de nuevas masculinidades
Ávila Medina indicó que los medios de comunicación juegan un papel importante en la perpetuación de los roles tradicionales.
“Los medios masivos no le han entrado tan fuerte a la promoción de una masculinidad más colaborativa, los hombres estamos en los comerciales para ser atendidos, pero no para ser quien plancha, hace de comer o cuida a los hijos”, criticó.
Por otro lado, el también maestro en Terapia Familiar y de Pareja por el Centro de Investigación Familiar A. C. explicó la importancia de los grupos de apoyo para los hombres que deseen explorar las nuevas masculinidades, ya que les permiten crear experiencias y enfrentar acompañados los retos que este cambio representa.
“Vamos a estar nadando contra corriente, vamos a ir en contra de la norma y la estructura, nos van a señalar, se nos va a cuestionar y el ataque va a ir hacia nuestra masculinidad porque estamos rompiendo parámetros de la dignidad masculina”, dijo.
Por último, invitó a los hombres a experimentar esta nueva etapa como padres, ya que como primerizos, siempre existe el miedo de si se está educando adecuadamente.
“A los hombres no nos enseñan a ser papás, a lo largo de nuestra vida lo vamos aprendiendo”, finalizó.
Redacción | El Portal de Monterrey