El Portal de Monterrey
Editorial /
Empiezo con Emiliano Zapata quien en sus “ratos de ocio” tuvo la ocurrencia de oponerse al poder. ¿Eh?, ¡ah!, si, era del sur, del estado de Morelos, y le recuerdan como el indio sureño: Tierra y Libertad.
Benito Juárez, originario del estado sureño Oaxaca quien, como no tenía mucho qué hacer, se propuso ser abogado, luego presidió la Corte y llegó a Presidente y gobernó por un buen lapso en donde, como disponía de tiempo, enfrentó y echó de México a Max (en féretro) y a sus tropas.
Otro “flojonazo” del sur, fue nada más y nada menos que Porfirio Díaz, también oaxaqueño quien en sus ratos libres combatió a los franceses. Sucedió a don Benito en la Presidencia y era tan flojo tan flojo que usó algunos años sabáticos para tender todo el sistema de vías, vigente hasta la fecha en el país.
Otro “flojo” lo fue José Vasconcelos. Originario ¿de?…Oaxaca. Quien se la pasaba flojeando hasta que se le “ocurrió” el sistema nacional de Educación, vigente hasta nuestros días.
Los hermanos Flores Magón, unos “flojos” que se atrevieron usar su tiempo libre en echar a andar la Revolución Mexicana. ¿Eh? ¡Ah!, sí, también nacieron en Oaxaca.
Rufino Tamayo, artista plástico cuyas obras tienen valor en varios cientos de miles de dólares, también oaxaqueño. Del sur de México, pues.
Del sureste, Yucatán, el afamado músico Ricardo Palmerín quien se la pasó “flojeando” y es autor de “Peregrina”.
Otro que no quiso más chamba que ser: poeta, escritor, periodista, locutor y publicista, fue Ricardo López Méndez, autor de El Credo, yucateco.
Y otros muchos, muchos más con quienes la madre Naturaleza fue pródiga y los armó de cojones para hacer de su vida una existencia de hechos, y no de mezquindad como así se lleva uno que otro, asaz ignorante.
Por: Pedro García / El Portal de Monterrey
