Editorial /
Escucho opiniones en contra y a favor. Frente a esos polos, el tiempo va a poner a cada quién en su sitio, ni siquiera para demostrar lo equivocado o acertado de unos u otros, sino simplemente para volver a comprobar que, contra todo pronóstico, el que está al mando del poder Ejecutivo es el responsable de cuanto le ocurra al país durante su gobierno, ni modo que los integrantes del Congreso de la Unión, por ejemplo, asuman una parte del fracaso, lo cual jamás se ha visto porque no ha habido contrapesos genuinos ni autocrítica ¿o sí?
Alguien ha dicho “yo le contradije a LEA su populismo”, “yo le contradije a JLP su nepotismo”, “yo le reproché a MMH su pasividad ante el sismo”, “yo refrené el intento subterráneo de CSG de pretender relegirse” “yo le reclamé a CSG y Zedillo por el error de diciembre” y así, sucesivamente…
Veo desgarres de vestiduras hasta de ex presidentes que están renuentes a refugiarse en los burladeros e insisten en reprochar al presidente López Obrador sus presuntos errores o tratan de imponerle enmiendas o que haga cosas que ellos, en su momento, nunca hicieron.
Los ex presidentes panistas siguen fieles a lo que han sido, opositores de oficio -en decadencia- y no advierten, o no quieren admitir, que su tiempo ya pasó.
Es probable que en algunas de sus posiciones tengan alguna claridad, pero no pasa de eso porque sus expresiones no son propositivas ni llevan una posibilidad de diálogo o cercanía con el Presidente en turno.
Lo combaten desde su óptica de opositores irreductibles, no se asumen como ciudadanos humildes con sinceridad de aportar y se posicionan detrás de magnavoces de los medios.
Considero, reitero, que al país le va a ir como le va a ir con AMLO, como así le fue con sus antecesores en donde algunos de ellos se resisten a admitir que no hicieron lo suficiente y ambicionan, otra vez, poder y reflectores.
Por: Pedro García / El Portal de Monterrey