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Una propuesta de insumos alimenticios con altos contenidos de proteína y minerales, teniendo como base una harina de grillo, obtuvo el Premio a la Innovación Social Hambre Cero Nuevo León, entregado en la Universidad de Monterrey.
Seleccionado de entre ocho trabajos finalistas, el planteado por un equipo de estudiantes de la UANL obtuvo el reconocimiento y cien mil pesos como capital semilla para desarrollar el proyecto entre noviembre próximo y mayo de 2020, asesorados por un mentor especialista en innovación social.
El equipo estuvo integrado por los estudiantes Paulina Melo, Carlos Alberto Valdez y Rodrigo Quintana Rodríguez, asesorados por el profesor Víctor Aguirre Arzola, quienes presentaron el proyecto Grill-Us.
Aunque el insecto se consume de forma común en los estados del sur del país, para Nuevo León resulta una iniciativa innovadora, porque, sin formar parte de la dieta de los habitantes del estado, supone una menor inversión frente a la industria ganadera y una alternativa de nutrición a bajo costo, de acuerdo a lo expuesto por el grupo de estudiantes.
Adicionalmente, la cría de grillos resulta más sostenible al ser menos contaminante que la producción de ganado.
Durante la mañana, los ocho equipos finalistas de diferentes universidades de la localidad presentaron sus propuestas ante el jurado, en la Sala del Claustro Universitario de la UDEM, después de una primera etapa de selección de entre 112 trabajos evaluados.
En la ceremonia de premiación, también estuvieron presentes Isabella Navarro Grueter, vicerrectora de Formación Integral de esta casa de estudios; Gabriela Muñoz de Hambre Cero Nuevo León; Enrique Gómez Junco, presidente del Banco de Alimentos de Cáritas de Monterrey; y Leticia Treviño, directora de Relaciones Institucionales de la U-ERRE.
Navarro Grueter destacó que, de acuerdo con una publicación de 2018 de la Organización Mundial de la Salud, quienes padecen el problema del hambre son más de 821 millones de personas en el mundo, lo que significa que uno de cada seis habitantes tiene problemas para alimentarse.
“Desafortunadamente, los más afectados son las personas en situación de mayor vulnerabilidad (…), (porque) es importante señalar que el problema del hambre no es solo una cuestión de producción, sino también de distribución de los alimentos y de acceso a ellos”, indicó.
La vicerrectora de Formación Integral de la UDEM mostró su satisfacción por este esfuerzo interinstitucional, al que definió como “un ejercicio colaborativo entre el gobierno, la iniciativa privada, la sociedad civil organizada y la academia, porque al trabajar juntos y hacerlo de manera articulada podemos lograr sin duda un mayor impacto”.
Muñoz, coordinadora de la Subcomisión de Desarrollo Social del Consejo Nuevo León, reconoció que esta iniciativa estatal tiene muchos retos y todos los días están en continuo aprendizaje, pero trabajando para sacar adelante su encomienda.
“El reto para nosotros no es nada más la suma de las voluntades, sino la coordinación de las mismas y llegar a estas personas, saber sus nombres y apellidos, qué necesitan, en dónde están”, explicó la también integrante de Hambre Cero Nuevo León.
Gómez Junco, del Banco de Alimentos de Cáritas de Monterrey, estableció que el problema del hambre está fundamentado no en la falta de alimento, sino en la forma en que la sociedad no ha sido capaz de integrar una logística en torno a la problemática, incluso, señaló, si se lograra recuperar el 20 % de lo que se desperdicia, no habría problemas de hambre.
“No es posible que en una sociedad como la nuestra, que tiene las mejores industrias, las mejores universidades, la prosperidad, el más bajo nivel de desempleo, siga habiendo esta tragedia”, manifestó.
Las universidades participantes para la realización de este premio son la UDEM, U-ERRE, UANL, CEDIM y Tecnológico de Monterrey, además de las organizaciones aliadas: Cáritas de Monterrey, Consejo Nuevo León y HEB.
Redacción / El Portal de Monterrey