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Solemnidad y respeto, pero también asombro y reflexión se vivieron durante el Vía crucis 2018 que realizó la Prepa UDEM Unidad San Pedro (USP) con motivo de esta Semana Santa.
La conmemoración de la muerte de Jesús, a la que asistieron cientos de jóvenes y maestros vestidos de negro, empezó con cantos religiosos y una invitación a ayudar a Casa Monarca, una organización que auxilia a personas en condición de migrante en Monterrey.
El padre Luis Eduardo Zavala, coordinador de la fundación, refirió que ayudar a los menos favorecidos es uno de los ejemplos más claros de la palabra de Cristo.
“Es la obra de misericordia por excelencia porque ‘estuve hambriento y me diste de comer’. Eso es lo que hacemos en Casa Monarca. ‘Estuve sediento y me diste de beber’, ellos pasan jornadas enteras pidiendo agua. ‘Era forastero y me hospedaste’, todas esas experiencias nos deben llevar a pensar en cuántos hermanos y hermanas están en semejante situación”, explicó el sacerdote.
Continuó con una bendición ofrecida por el padre Arturo Guzmán, Legionario de Cristo, lo que luego dio lugar a una representación estudiantil del Vía crucis, realizada en las canchas de basquetbol de la USP.
En esta ocasión el tema de la reflexión católica fue “… Y tembló la tierra”, una referencia al fenómeno ocurrido luego de la muerte de Jesús, provocada por la traición de Judas Iscariote. Es por medio de esta introspección que uno se debe dar cuenta que se puede vivir una vida recta y plena, pero precavida ante los obstáculos que se presenten, como lo son la codicia, la soberbia, la envidia y la pereza.
La representación de los últimos días de Jesús y de su muerte en la cruz, momento culminante del Vía crucis, estuvo acompañado de música en vivo, desde baladas hasta rap, lo que ayudó a los jóvenes participantes a transmitir a la audiencia el mensaje de ayudar a las causas nobles y a reflexionar sobre las buenas acciones que gestionan cambios positivos.
El profesor de Filosofía, Ricardo Orta, director escénico y general de la obra y autor de “…Y tembló la tierra”, para esta reflexión yuxtapuso la lucha interna de Judas Iscariote con la de un joven moderno que se va alejando del camino de Dios debido a la ambición por el éxito superficial.
