El Portal de Monterrey
Editorial |
Once Varas | Por: Obed Campos
Cuando llegó a la alcaldía, una de las promesas de Jesús Nava Rivera, “Tofito” fue que Santa Catarina iba a cambiar de rumbo y cumplió su palabra:
El desgobierno en el municipio es cada día más obvio y, sinceramente, ya que la vergüenza no cabe en el payasito alcalde, por lo que habría de ser el estado el que meta en orden la ciudad, que, nos guste o no, Santa es la puerta de entrada a Monterrey, desde Coahuila y sede del estratégico Consulado de los Estados Unidos.
(Por si de algo sirve, en Santa Catarina también reside el alcalde de Monterrey, Luis Donaldo Colosio, quien conserva allá su lujoso penthouse).
Pero siguen las broncas en ese municipio que es la puerta a La Huasteca, y resulta que supuestamente existen líneas telefónicas expresas para apoyar al ciudadano en quejas, denuncias, y trámites…
Pero eso nada más en el papel, porque cuando llegan alguien a contestar el conmutador y a la hora de canalizar la llamada a la dependencia no hay nadie que atienda.
No es broma: Secretarías como Desarrollo Urbano ni sus luces, temas como inspección y vigilancia se atienden, pero dependiendo donde sea la queja, ya que la gran mayoría de expendios de cerveza, comerciantes ambulantes y otros rubros de comercio regular e irregular están arreglados.
En el tema de Seguridad Pública toda la comunidad sabe que de nada sirve llamar pidiendo auxilio porque no hay policía que acuda, así que las calles están en manos de la delincuencia.
En Protección Civil me dicen que depende del moche o gratificación para que los socorristas actúen, den auxilio o certifiquen. Del famoso grupo “Jaguar” no quedaron ni las manchas… es más, ni las uñas.
El alcohol está en venta fuera de horario y dentro de horario a raudales.
Los vecinos ruidosos llevan mano, porque no hay quien los meta en orden.
Así se vive en Santa Catarina, con ciudadanos en total indefensión ante ladrones y delincuentes de todas categorías, a merced de los robos, de la criminalidad.
Con una invasión de terrenos que estaban destinados para el esparcimiento de la ciudadanía, sin que ninguna autoridad atienda.
En tanto, el secretario del Ayuntamiento Iván Medrano Téllez se la pasa suspirando por un cargo en el gobierno del estado y hasta parece tener un amor platónico por el gobernador Samuel García.
Del alcalde, Jesús “Tofito” Nava, pues ya sabe usted, se la pasa gastándose los millones en sus viajes y dándose vida de nuevo rico.
Por eso le digo: desde que llegó Jesús Nava, Santa Catarina cambió de rumbo… y lo perdió.
Por cierto, muy molesto “Tofito” le reclamó a Iván Medrano que para quien estaba trabajando, si para él o para los “de enfrente”. ¿Qué le habrá querido decir?
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