Por: Miguel Angel Europa Sias / Editorial.
Hoy en día, esta generación de estudiantes, profesionistas, y padres, hemos sido testigos, afortunados y/o víctimas del monstruoso avance de la tecnología. Aparte de verlo en gadgets, en computadoras, tabletas, televisiones inteligentes; sin tener alguno de los productos anteriores, podemos verlo en los medios, desde una publicidad impresa en el periódico, o hasta en un comercial que interrumpa nuestro video favorito en youtube.
Si bien, somos una generación tan privilegiada por tener tan avanzada tecnología, cuando esta nos es aprovechada en su máxima hacia nuestro favor. ¿A dónde voy con todo eso? Que nosotros como humanidad no hemos trascendido en su totalidad con este alcance. Mismo pasa con el periodismo.
Recuerdo esas noches de intriga e interesantes notas y redacciones por parte de López Dóriga, ese programa de radio fórmula con Ferriz de Con o las impactantes frías y sólidas notas de Aristegui. Sin mencionar los actos corruptivos de por medio para ponerle fin a su carrera en el aire, desde mi percepción ya no hay periodistas con ese sólido carácter, con esa autoridad de cuestionamiento ante figuras públicas de peso. Algo así como la entrevista de Carlos Marín con el presidente de los estados unidos mexicanos EPN. Creo que es lo que más de podrías rescatar hoy en día en el periodismo actual
Regresando al tema de estar a la mano de la tecnología. Un punto a favor, las noticias de peso dan la vuelta con bastar un click, esto; gracias al impacto y uso de las redes sociales. Pero, a su vez, como se puede compartir y sacar a la luz contenido certero y de calidad, como también noticias de fuentes falsas, páginas que compartirían noticias maquilladas, notas de dudosa procedencia y también el amarillismo; este, atrayendo la atención y despertando el morbo de los cyber-navegantes. Ahí no acaba el mal uso, ver la nota en redes sociales, ser vinculado a una página en donde hay más publicidad que el contenido, cuyo nombre de la note al parecer fue sólo un gancho al lector.
De esta manera es a la que me refiero a que no es aprovechado en su máxima potencial la tecnología en nuestras manos. No dudamos en que hallan de verdad buenos periodistas ahí afuera, sólo es cuestión de tener el sector y medio indicado para seguir haciendo eco en una sociedad local, nacional o mundial según sea el caso.
Quiero tomar un ejemplo de la mezcla de todos los puntos mencionados anteriormente, y me refiero a noticias maquilladas u omitidas presentadas por una pesada cadena de televisión, Jesús Manuel Torres, mejor conocidos por media república como “Chumel Torres”. No quisiera entrar en detalles por no desviarme del punto principal de este escrito. Blogger mexicano de 32 años, cuyo contenido es un noticiero sátiro con temas de actualidad y trascendencia en nuestro país y una que otra nota del mundo que impacte al mismo. Lo interesante y más perfecto, es que su contenido directo, es posible de ver a través de su canal con millones de subscriptores en Youtube. ¿Qué significa esto? Que no hay publicidad, no hay amarillismo, no hay limitaciones de tiempo, ni de contenido, lenguaje, vestuario, nada… Desde mi percepción con los múltiples detalles mencionados, creo que hoy en día, nosotros como jóvenes profesionistas, es el emisor que necesitamos, porque el canal ya lo tenemos, y es el internet. Apto para nuestra cultura, conocimiento, percepciones de la vida política y laboral, lenguaje que ya es más de nuestra época, y ese toque de humor con notas totalmente respaldas por fuentes respaldadas por medios oficiales. Así lo mencionó en una entrevista para “30 promesas”
En conclusión, me atrevo a decir que el periodismo, en conjunto con la tecnología y nuevas generaciones de comunicólogos, los periodistas tienen el poder y la responsabilidad de revolucionar el contenido y su manera de publicar. Estamos en un punto sin retorno con estas herramientas y que a su defecto el periodismo sea más certero, transparente y directo.