Hablando Entre Lenguas
Por: Patricia Pedraza / Editorial
Viendo las noticias del revuelo que ha causado en Estados Unidos la película de Eugenio Derbez –Instructions not included o mejor dicho en español, “No se aceptan devoluciones”, pareciera que el español y los latinos ya casi, nos adueñamos de esta tierra.
Otra de las actrices que está en los cuernos de la luna y también destacando nuestra cultura, es la colombiana Sofía Vergara quien mientras más marcado haga su acento al hablar inglés, más ceros le ponen a su cheque por su actuación en el programa de televisión, The Modern Family. Esta serie tiene cautivados a más de un americano que solo porque no se pierden ni un programa dicen que ya hablan español.
Luego tenemos al mexicano Diego Luna, quien recientemente promocionando su película “Elysium” en el popular programa americano de Conan O’Brien, ofreció al conductor y a su audiencia unas mini clases de español con frases típicas de los mexicanos. Luna por otro lado, fue mas directo y le recomendó a O’Brien que si quería conservar su trabajo más le valía aprender español.
Por supuesto, esto algo que muchos hoy en día sabemos, que para sobrevivir en este mundo tan competitivo, el ser bilingüe es una obligación y responsabilidad.
Sin lugar a dudas ya somos muchos latinos en tierras estadounidenses, el español parece estar por doquier, pero lamento decirles que aun nos falta promocionar mucho más a nuestra cultura y a nuestras raíces.
En mis clases de español con estudiantes adultos, empresarios de negocios y profesionales, quienes saben de la necesidad imperante de hablar español hoy en día, pero que también aman nuestro idioma y nuestra cultura, mas de uno expresó que no sabían que en Estados Unidos se nos reconoce. Esto quiere decir que del 15 de septiembre al 15 de octubre se celebra el mes de la hispanidad o mes de la herencia hispana que fue aprobado por el Congreso en 1968 por el gobierno del Presidente Lyndon B. Johnson.
Inicialmente se denominó la semana de la herencia hispana, pero veinte años después, un 17 de agosto de 1988 el Presidente Ronald Reagan lo extendió a 31 días de fiestas patrias no solo de México sino de todos los países latinos que celebran su independencia en estas mismas fechas como Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Honduras, Nicaragua y Chile. Esta celebración es en reconocimiento a la rica y abundante influencia y contribución cultural, política y económica del pueblo hispano en tierras de Estados Unidos.
Estoy segura que muchos de los que leen esta columna en sus respectivos países de orígenes, sabían tampoco con exactitud de estas celebraciones en la Unión Americana donde sus compatriotas avientan la casa por la ventana, es decir ofrecen todo tipo de actividades a lo grande con festivales musicales, folclóricos y gastronómicos y además gratis. Es decir, celebramos más los que estamos de este lado que los mismos habitantes de cada país latino.
Independientemente de que cada persona tiene la obligación de estar al día con el creciente mundo en que vivimos, también es una realidad que la difusión juega un papel importante y en este caso, aun y cuando pareciera que el español y los latinos ya tenemos el poder en Estados Unidos todavía falta mucho por trabajar, sin embargo como dice la canción de Joan Manuel Serrat, “ caminante no hay camino, se hace camino al andar”.